Un declarado fanático de los dramas policíacos,
el Sr. Torres dijo que quería romper todas las burbujitas de las operas jabonosas, de las tele no verlas mexinacas que dominan el espacio de enajenación primordial de los mexinacos.
“Esta serie no fue echa por una orden” dijo, en respuesta a las acusaciones de [que la serie era] un informercial.
“Pero nosotros dijimos desde el principio que esta serie no vería la luz de dia, sin un decisivo apoyo a la polecia federal. Queríamos ver sus instalaciones . Queríamos tener acceso a sus diferentes equipos, como sus helicópteros , sus carros de patrullaje y su armamento. Queríamos que juera una serie al estilo gringo , en donde miras patrullitas de a devis, helicóptero reales, etc, etc , etc.”
Cuando se trata de dramas de polecia gringa, que puedes ver cualquier noche de la semama aquí, los Mexinacos desde hacia muchos habían suspendido su escepticismo. Pero cuando la acción está más cerca de su casita, la polecia de la telera claramente parece que
“les frota los nervios.”
Adriana Zehbrauskas for The New York Times
Pedito Torres , productor de la nueva serie de
Telerisa, “El Equipo” en su ofna. en el DeFecado DeFectuoso.
Alberto Estrella, Alfonso Herrera y Fabián Robles del Chow poleciaco mexinaco
EL equipo”
“En principio, no hay problema con una institución que quiere promoverse a sí misma” (Alábate burro, que no hay quién te alabe, nota del traductor) ha dicho Ernesto López Portillo, uno de los principales expertos en la reforma poleciaca. “Pero la imagen y la realidad nomás no coinciden.”
“Creo que es un exceso” continuó, , contrastando “El Equipo” con la serie HBO de “The Wire,” que reconoce las limitaciones sobre la que la polecia puede hacer. “Es un abuso de recursos que la telera te da a ti para construirte una imagen. Nadie cree en el programa.” “¿Cómo podrían [creerle]” ? m.” Cómo podrían ellos, los investigadores de ”El Equipo” ocupar muchísimo tiempo en introducirse a hurtadillas en las casas de los jefes de las carteles , disfrazados como “correos de entrega” o esperando en las mesas de cafés donde los traficantes de sexo discuten ‘su negocio.’”
Algunos críticos encuentran que el comportamiento de los oficiales de polecia es tan tonto que el programa terminará ennegreciendo aún más la reputación de la polecia federal en lugar de pulimentarlo.
“ ‘El Equipo’ pinta nuestra polecia como un montón de gente nada profesional que ni siquiera respeta sus propios protocolos, quienes toman decisiones impulsivamente y no les preocupa si se derrama sangre, en tanto ellos obtengan lo que quieran,” escribe en Milenio Diario el Periodista
Álvaro Cueva, critico de televisión.
La medición de la audiencia fue aproximadamente 25% menor que el de las operas jabonosas y tele no verlas mexinacas que se muestran en la misma ranura de tiempo de la caja embrutecedora, y
El Sr. Torres alega que eso se debió a que le estaba pidiendo al pueblo para
que cambiara sus hábitos visuales tan adentrados.
Los episodios se desplazan a una velocidad vertiginosa a medida que siguen la suerte de cuatro (4)[IV] miembros del equipo —
Santiago, Mateo, Magda y Fermín — y su comandante,
el Jefazo Sigma, quien da seguimiento a sus acciones en tiempo real en una pantallota apantalla pendejos en el centro de operaciones y las ladra en sus auriculares Bluetooth, cuando los planes salen torcidos.
Santiago es el más cercano de todos los del grupo que toma comienza como un detective insensible , completo con un problema con su manera de beber, y una esposa enemistada. Su firma
( pero no de meados) escupida con disgusto una y frecuentemente hasta dos veces en el episodio de 30 minutitos, es
You are under arrest ( “Estás detenido,”) antes de que el mortificado criminal sea conducido por oficiales policíacos
( por supuesto sin que se les sean leídos sus derechos aquí, según la enmienda Miranda)
Mateo es su bravo compañero quien ocasionalmente quiere salirse, porque
“él es del rancho” Magda ha sido entrenada como abogángster, pero se recluta en la policía en lugar de llevar asuntos familiares. Su padre está tan a disgusto con ella, que rechaza aceptar un abrazo de ella en su lecho de muerte. El padre de
Fermín, un oficial del ejército Mexinaco, también siente repulsión por la elección de la carrera de su hijito.
En un punto de la trama, el equipo es infiltrado, con resultados devastadores. EL auditorio deduce casi inmediatamente quien es
el chivato, ( la pista es la música tentadora) pero los policías tiene todavía más problemas, especialmente
Fermín quien le pide a ella que se case
“no puedes hacer un drama policíaco que sea demasiado complejo o ingenioso todavía,” reconoce
el Sr. Torres cuando se le señala la inconsistencia,
“debido a que el auditorio está acostumbrado a un lenguaje y éste es el de las tele no verlas, u óperas jabonosas”
Es por esto que la locación de las escenas son de alguna forma la partida mas interesante de la serie. Las calles y las casas son reales, un rompimiento con los claustrofóbicas ambientaciones a las que los mexinacos están acostumbrados a ver en sus tele no verlas. Pero lo que el auditorio jamás ve es a
Santiago y sus cuadernos de doble raya, recolectando evidencia o entrevistando a testigos, que son los fundamentos del trabajo policíaco aún en la caja embrutecedora.
La mayoría de los casos reales se resuelven con la información del publico, dijo
el Sr. López Portillo explicando que a menos de que el pueblo confié en la polecia, ellos no informarán de actividades[ i] sospechosistas. “las fuerzas policíacas más avanzadas intentan ganarse la confianza de la gente.” [/i] comentó. En el Chow televisivo de la caja embrutecedora,
“ Si no aparecen hablando con la gente, es una fantasía completa.”
Una versión de éste articulo apareció impresa en Junio12, 2011