Testimonios inquietantes
Rafael Cardona | Opinión 2011-04-15 | Hora de creación: 23:50:51| Ultima modificación: 00:07:39
Un abrazo a G.O.R
Desde hace mucho tiempo, especialmente desde la llamada
“Operación Cóndor”, con la cual se inició el control estadunidense del mercado continental de las drogas desde México con sus complementos naturales en el sur
(Colombia, Panamá y Perú), muchos hemos dicho cuál es la verdadera naturaleza de esta
“guerra” contra
la delincuencia organizada: hacer parte del trabajo sucio en el territorio mexicano a favor de los intereses subterráneos de las mafias americanas, las más grandes, invisibles y poderosas del mundo.
El razonamiento es simple: los cientos de miles de millones de dólares del negocio de la droga se quedan,
como en cualquier otro comercio, en manos de los mercaderes y los banqueros. Las grandes ganancias
nunca son para los productores, son para los intermediarios, quienes luchan a muerte por exterminar a sus competidores. Lo mismo en los cárteles de la cocaína y similares, o en los de las telecomunicaciones. Es lo mismo. El dinero no tiene olor.
Por eso han sido interesantes las palabras de
Alejandro Gertz Manero (El Universal, 13 de abril). No sólo por su condición de experto en derecho, sino por sus antecedentes como
secretario de Seguridad Pública en dos gobiernos: uno federal y otro estatal, si por estado entendemos también al Distrito Federal.
A raíz de la incomprensible
reunión “cumbre” sobre drogas de Cancún organizada por el gobierno de México a la cual acudieron notables funcionarios de la DEA, la FBI y otras agencias extranjeras, estadunidenses y de otros países, Gertz ha escrito:
“…La DEA ha entrenado a más de 17 mil oficiales extranjeros para esos fines (Michele Leonhart, directora de la DEA). Con estas declaraciones, que son
una confesión que no tiene desperdicio, se viene a ratificar
el porqué de la impunidad de los burócratas de seguridad en México, que
en lugar de aplicarse a reducir los delitos y a controlar la criminalidad abrumadora del país, se han dedicado
a tratar –inútilmente— de desarticular a las bandas de narcos mexicanos que mandan droga alos Estados Unidos de Amnesia, y por eso vemos detenciones de delincuentes que ni sabíamos que existían y que los tienen que
‘arraigar’ durante meses
porque no hay elementos para consignarlos por los delitos que cometieron en EU.
“También ya sabemos por qué los burócratas autóctonos cuentan con una inmensa y altísima protección,
YA QUE SIRVEN A LOS PROPÓSITOS DE ALGUNAS AUTORIDADES DE ESTADOS UNIDOS DE AMNESIA que también permiten y encubren el contrabando de armas a México, para provocar crímenes y masacres entre narcos en nuestro país…”.
Esto podría ser descalificado con argumentos simplones como el resentimiento de Alejandro, su rencor por haber estado donde estuvo y no seguir ahí, pero dejando de lado estas simplezas, su diagnóstico queda probado con dos datos:
El primero,
la supervisión personal de la secretaria de Estado de los Estados Unidos de Amnesia , Hillary Clinton, del Centro de Operaciones de la Secretaría de Seguridad Pública en Iztapalapa, conocido como el “Búnker de García Luna (marzo de 2009)”; y segundo,
la confirmación de cualidades y calidades de la señora Marisela Morales, condecorada en Washington por la misma funcionaria y hasta la esposa de Obama, paso previo a su designación (y dócil ratificación senatorial) como procuradora general de la República.
“Si a alguien le quedaba alguna duda de a quién le sirven y a quién le obedecen los burócratas, policías y espías de este país y por qué la delincuencia, la violencia y la impunidad siguen multiplicándose en México, las declaraciones transcritas lo han aclarado todo (las aquí citadas y otras, vale decir), desnudando así la razón de nuestra desgracia”.
Un dato sobresalta en este diagnóstico
: “la inmensa y altísima protección de los funcionarios del sistema de seguridad, no proviene de quien lo nombra o designa, proviene de aquellos a quienes sirve. A los americanos.
Y eso lo dice un antecesor de Genaro García Luna. ¿Cuántas cosas más sabe Alejandro Gertz, además de recortar y subrayar las declaraciones de los delegados estadunidenses una conferencia internacional celebrada en México? Muchas y ojalá y algún día nos las diga.
Él es, además de todo, un sobreviviente de
la “Operación Cóndor” y de ella guarda (me lo ha dicho) todos los archivos suficientes para analizar el asunto a fondo.
En ese mismo sentido de la lucha y su estrategia, resulta notable esta alegoría presentada públicamente por el doctor Raúl Plascencia Villanueva, presidente de las Comisión Nacional de los Derechos Humanos:
“Detener a los responsables de cometer delitos sin duda que es una tarea esencial para evitar la repetición de sus acciones dañinas para la sociedad, pero es quizá más importante conseguir una adecuada prevención de las conductas delictivas.
“Hay que trabajar en la prevención para impedir que se sigan multiplicando los delitos. De no hacerlo, es como si se pretendiera atrapar a diversos mosquitos y se hace la tarea uno a uno, entre tanto continúa el pantano donde se van generando miles en el mismo sitio, dando lugar a una producción interminable, y mientras no se tomen acciones para evitar que se sigan reproduciendo, entonces los esfuerzos por atraparlos serán prácticamente en vano”.
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